Pues, después de tener en pausa nuestro blog, y por lo mismo detenidas nuestras publicaciones por un buen tiempo, el día de hoy retomamos el trabajo con mucho gusto e ilusión. Con un tema muy interesante: El de las emociones humanas (positivas y negativas), y como éstas se proyectan hacia el pasado, el futuro y el presente.
En esta nueva publicación, en particular profundizaremos en las emociones hacia el pasado.
La felicidad, desde la perspectiva de la psicología positiva, se busca alcanzar
en tres orientaciones: a) hacia el pasado; b) hacia el futuro y c) hacia el
presente, y se manifiesta por medio de acciones o de sentimientos o emociones positivas, los cuales “son en esencia
sentimientos [o expresiones] subjetivos” (Seligman, 2002, p. 380); es decir,
vividos y expresados por cada sujeto. Es muy importante tener claro que estas
tres orientaciones afectivas: hacia el pasado, el futuro y el presente, son
distintas y no siempre se relacionan o ligan entre sí.
En otras palabras, las emociones, aunque se viven en el presente, podrán proyectarse hacia experiencias pasadas, hacia proyectos u objetivos futuros o hacia el presente con placeres y experiencias en el aquí y el ahora. Y dichas emociones podrán ser positivas o negativas.
Entre las emociones
positivas orientadas hacia el pasado se encuentran la resignación, la satisfacción,
la serenidad, la complacencia, la realización
personal, el orgullo, la gratitud y
el perdón, entre otras. Para Seligman
(2002, p. 105), las emociones relacionadas con el pasado deben estar
determinadas por nuestros pensamientos sobre el pasado, y por la interpretación
que hacemos de dichas emociones en el presente. Cuando se genera una emoción
referida a recuerdos del pasado, al mismo tiempo se hace una interpretación de
la misma, de esta forma los recuerdos o pensamientos sobre el pasado gobernarán
las emociones subsiguientes (Seligman, 2002).
Siguiendo las mismas ideas sobre las emociones positivas orientadas hacia el pasado, el mismo Seligman (2002, p. 115) afirma:
La valoración y el
disfrute insuficientes de los buenos momentos del pasado, así como enfatizar
demasiado los malos, son aspectos que socavan la serenidad, la felicidad y la satisfacción.
Hay dos maneras de situar estos dos sentimientos sobre el pasado en la región
de la felicidad y la satisfacción. La gratitud aumenta el disfrute y la
valoración de los buenos momentos pasados y la reescritura de la historia
mediante el perdón reduce el efecto deprimente de los sucesos negativos, y de
hecho puede transformar los malos recuerdos en buenos.
Continuando la misma argumentación, todo lo que sentimos relacionado con el pasado, ya sea agradable o desagradable, está determinado completamente por los recuerdos, pues ellos son la fuente o el archivo de todos los sucesos anteriores. No tenemos mucho control sobre nuestras emociones hacia eventos del pasado; pero si somos libres sobre nuestros pensamientos y en particular sobre la gratitud y el perdón que podemos tener sobre dichos eventos del pasado o las personas involucradas en ellos. La gratitud y el perdón apoyan la satisfacción que se tenga de o con la vida, permitiendo que los buenos recuerdos sean más que los malos (Seligman, 2002).
El perdón y la gratitud permiten dejar incólume el recuerdo, pero ayudan a borrar o convertir el dolor relacionado con este recuerdo en algo positivo o satisfactorio. “El perdón transforma la amargura en neutralidad o incluso en recuerdos de tinte positivo, por lo que hace posible una mayor satisfacción con la vida” (Seligman, 2002, p. 125). Por último, es importante tener en cuenta que el perdonar no implica necesariamente el olvidar; más adecuado será decir que se cambian “las etiquetas que llevan los recuerdos” (Seligman, 2002, p. 130).
Referencias:
Seligman,
M. (2002). La auténtica felicidad. Ed. Byblos, Barcelona, España.
Me pareció muy interesante este tema ya que, conforme a mi experiencia y a lo que me a tocado ver a lo largo de los años, considero que no es muy común detenernos en el camino y profundizar acerca de las emociones positivas orientadas hacia nuestro pasado, y sobre todo ahora en una era de la inmediatez, en donde todas las personas buscan obtener la mayor cantidad de “felicidad” disfrazada realmente de placer, en el menor tiempo posible, esto es buscandolo en el presente inmediato o tal vez en un futuro muy próximo. Me hace reflexionar que tal vez no sabemos qué queremos en un futuro ya que tal vez, viendo hacia el pasado, tampoco nunca proyectamos lo que queríamos hacer o ser en un futuro, el cual es ahora el presente.
ResponderBorrarEl hecho de poder reflexionar sobre sucesos pasado y reconocer cómo nos sentimos en su determinado momento, favorece al crecimiento personal ya que retroalimenta lo que hicimos bien o lo que no, es lo que nos da las pautas necesarias para seguir adelante y lograr la satisfacción de una vida plena; Esto se logra por medio del perdón y la gratitud porque son cuestiones que nos hacen salir de nosotros mismos y por lo tanto implican crecimiento.
ResponderBorrarVivimos enfrascados en lamentarnos lo que hicimos o no hicimos en el pasado, en la pelea o malentendido con alguien que queríamos, también pasamos tiempo proyectando como queremos que sea nuestro futuro, sin saber que, si no hacemos una modificación en la pauta explicativa pesimista del pasado y la trabajamos en una optimista real, que incluya el perdón a aquello que nos dolió o el aceptar nuestro error y arreglar el malentendido, agradecer por lo vivido, aprendido y en ese agradecimiento darnos cuenta (caer el veinte) de una nueva perspectiva sobre el pasado, que sumo a quienes somos ahora en el presente, sin llevar a cabo eso no podremos avanzar hacia el futuro y trabajar en el presente -Lorena Lagunes.
ResponderBorrarAqui podemos observar el papel fundamental de los pensamientos, y es que el pensamiento es capaz de modificar las conductas y las sensaciones que tenemos ante una situación, podrá ser el poder del pensamiento para acrecentar el valor de una experiencia positiva, o podrá usarse el pensamiento para cambiar nuestra actitud hacia un evento del pasado que fue desagradable y empezar a verlo con tintes de crecimiento personal; porque a través de nuestra manera de pensar podremos contemplar las situaciones pasadas desde un enfoque positivo y permitirnos sentirnos satisfechos, serenos, tranquilos y agradecidos. Y esto, la evaluación que tengamos ante nuestros eventos pasados, presentes y futuros, contribyen a la felicidad. Así que empecemos a hacerle más caso al poder de nuestros pensamientos y tener la fuerza y dedicación suficiente para cambiarlos cuando sea necesario.
ResponderBorrar- Sofía Flores Castellanos
Es muy interesante lo que dice porque existen personas que viven en el pasado. Creo que a todos nos ha pasado que nos vamos a dormir y no podemos dormir porque seguimos recordando cosas del pasado. En ese momento no estamos viviendo el presente, sino el pasado, y lo peor del caso es que la mayoría del tiempo no son emociones positivas, sino negativas. Considero que las personas tienden a enfocarse mucho más en las emociones negativas que las positivas. Me encanta lo que se dice en el blog del perdón, porque es una manera de liberarte de las emociones negativas en tu vida y poderte enfocar más en las positivas. Relaciono mucho lo dicho con un libro que se llama "en busca de la felicidad" escrito por tal ben-shahar. Habla mucho sobre como existen partes de nuestra vida en la que somos optimistas o pesimista. Cabe recalcar que habla mucho sobre como yo, por ejemplo, puedo ser pesimista en mi relación amorosa pero optimista en mi vida académica. Entonces la manera que vemos el futuro debe de cambiar depende si somos pesimistas o optimistas en ciertas áreas. - Sofia Amador Nieto
ResponderBorrarCon la lectura de este artículo Me pude dar la oportunidad de reflexionar acerca de algunas vivencias de mi pasado que efectivamente han tenido repercusión en algunas decisiones y acciones de mi presente proyectando hacia mi futuro, es por ello que a futuras generaciones le recomendaría que comiencen a perdonar algunas cosas del pasado y comiencen a resignificar vivencias para comenzar a sentir esa satisfacción, serenidad, orgullo y gratitud de sus experiencias pasadas, ya que esto nos va construyendo y dando proyecciones hacia el futuro y de nosotros depende que valoremos y disfrutemos momentos vividos del pasado y recordar que de nuestras experiencias pasadas aprendimos muchas cosas que han forjado a las personas que somos ahora. - Miriam Daniela Martínez Castellanos
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